Existe una necesidad psíquica, muscular y orgánica de poner nuestro organismo a punto para realizar un esfuerzo superior a lo normal.
El calentamiento es, desde los orígenes de la EF, una parte fundamental de nuestras sesiones. Si nos remontamos a la Escuela Natural o a la Escuela Sueca encontramos que, con independencia de la filosofía o de la concepción de la educación propia de cada una de ellas, ambas consideran que la sesión de EF debe iniciarse con la animación, o ejercicios vivificantes en el primer caso, o ejercicios preparatorios en el segundo.