25.9.25

El desarrollo motor

 

Desarrollo motor infantil

  • El progreso motor en la infancia está ligado al crecimiento muscular y a la maduración del sistema nervioso.

  • Fases principales:

    1. 3-7 años: perfeccionamiento rápido de patrones básicos (andar, correr) y primeras combinaciones.

    2. 7-10 años: grandes avances en coordinación y equilibrio.

    3. 9-12/14 años: etapa óptima para el aprendizaje motor; mejora reacción, valentía y motivación.

    4. 11-15 años: cambios corporales por pubertad; modificaciones en habilidades y capacidades.

    5. 13-19 años: estabilización, diferenciación por sexos, incremento de fuerza y rendimiento.

  • Entre 7-12 años se duplica la fuerza, mejora la coordinación óculo-manual y se reduce el tiempo de reacción.

  • Factores como genética, motivación y entorno influyen en el desarrollo motor.

  • La coordinación dinámica general y la coordinación visomotora se desarrollan hasta los 16 años, muy ligadas al esquema corporal.


 Resistencia aeróbica en la infancia

  • El trabajo debe ser duradero, continuo, individualizado y progresivo.

  • Se recomienda un mínimo de 3-5 sesiones semanales, con una intensidad del 60% de la FC máxima.

  • La duración ideal: entre 15 y 60 minutos por sesión.

  • El calentamiento (8-12 min) es fundamental para prevenir lesiones y preparar el organismo.


Métodos de entrenamiento aeróbico

  1. Continuos: esfuerzos prolongados sin pausas (carrera, natación, ciclismo).

  2. Por intervalos: alternancia carga-descanso con pausas incompletas.

  3. Por repeticiones: alta intensidad y recuperación casi completa (menos aconsejado en infancia).

  4. Mixtos: combinación de los anteriores, juegos y circuitos → los más recomendables para escolares.


👉 En síntesis:
La infancia es un período clave para el desarrollo motor, especialmente entre los 8 y 12 años. Es vital trabajar coordinación, equilibrio y resistencia aeróbica con actividades lúdicas, progresivas y adaptadas, priorizando volumen y continuidad sobre intensidad.

22.7.25

Correr para F. Torralba



Correr para F. Torralba



Francesc Torralba no es entrenador ni experto en running. Es filósofo, teólogo y escritor, bastante conocido por su mirada ética y humanista sobre la vida. Aun así, habla mucho del esfuerzo, de la superación personal y del deporte como un camino para crecer por dentro. Y la verdad es que sus ideas encajan muy bien con esto de correr.

1. Correr también con la mente

“El cuerpo se fatiga, pero la mente puede elevarse con el movimiento.”
No se trata solo de sumar kilómetros o mejorar marcas. Correr puede ser un momento de calma y reflexión, una especie de meditación en movimiento. Sin móvil, sin auriculares, sin nada más que tus pasos y el aire.

2. El valor del esfuerzo

“Educar es enseñar a soportar el esfuerzo.”
Torralba insiste mucho en esto. Aguantar, sostener, no rendirse a la primera. En el running se nota: cada zancada es un pulso entre parar o seguir.

3. Estar contigo mismo

“Uno de los grandes retos del ser humano es estar consigo mismo sin huir.”
Salir a correr solo puede dar vértigo, porque te enfrentas a ti mismo. Pero también te da la oportunidad de escucharte sin ruido alrededor.

4. No obsesionarse con objetivos

“No todo tiene que ser útil, a veces hay que hacer las cosas por puro gozo.”
No todo es competir, ni adelgazar, ni colgar la foto en Strava. A veces basta con disfrutar del paisaje, del ritmo del cuerpo, de la respiración tranquila.

5. El límite también enseña

“Aceptar los límites no es resignarse, es comprender la condición humana.”
Cansarse, lesionarse o fallar forma parte del camino. Asumirlo nos hace más humildes, más conscientes de lo que somos.


Una semana Torralba Running (4 días)

📍 Objetivo: equilibrio entre cuerpo y mente. Constancia sin obsesión, atención plena y superación sin ego.

Día 1 – Carrera contemplativa (40 min)

Salir sin reloj ni música. Ritmo cómodo, mejor si es en la naturaleza. Respirar hondo, mirar alrededor. Al terminar, unos estiramientos tranquilos.
No huyas de ti mismo; el silencio te revela lo esencial.

Día 2 – Esfuerzo sostenido

Calentar suave. Hacer intervalos: 4 bloques de 3 minutos a buen ritmo y 2 minutos muy suaves entre medias. Terminar con 10 min tranquilos.
Mientras corres rápido, repetir: “Estoy entrenando mi voluntad.

Día 3 – Reflexión escrita (descanso de correr)

Escribir unos minutos:

  • ¿Qué sentí al correr esta semana?

  • ¿Qué pensamientos aparecieron?

  • ¿Dónde me encontré más conmigo?

  • ¿Qué aprendí de mis límites?
    Correr no es escapar, es encontrarse.

Día 4 – Carrera con propósito (50-70 min)

Antes de empezar, pensar en una pregunta o intención:

  • ¿Qué necesito dejar atrás?

  • ¿Qué quiero cambiar?

  • ¿Quién quiero ser para los demás?
    Y correr con esa pregunta en la cabeza, sin esperar respuesta inmediata.


Frases para repetir mientras corres

  • Hoy entreno el cuerpo y aquieto la mente.

  • El paso firme vence al ego impaciente.

  • Mi zancada es un acto de presencia.


Torralba, F. (2015). Correr para pensar y sentir. Barcelona: Plataforma Editorial.